lunes, 4 de abril de 2011

Media Vuelta de Vida


“La ciudad como objeto”

“Cree el aldeano vanidoso que todo el mundo es su aldea…” José Martí




El color local, ese recurso tan recurrente y clásico en estos días, toma otro cariz cuando se trata de nuestra ciudad, nuestro entorno; y si además el papel, generalmente pasivo, relegado a una ubicación geográfica del lugar es determinante de la acción, es aún más valioso. En “Media Vuelta de Vida” Carlos Peramo, nos descubre un Sant Feliu muy suyo pero también muy real, pequeño, asfixiante y desolador, facilitador de esa idea de “ciudad pequeña, vida pequeña”.

Ángel Daldo es el protagonista de la novela, un personaje que va madurando junto con su devenir, aunque a veces (este puede ser el punto oscuro mas evidente de la obra) produce reflexiones que no parecen acordes con su accionar o su realidad, en ocasiones llega a conclusiones tan complejas que no parecen de un chaval de 21 años, sin estudios y con poca experiencia en la vida. A pesar de esto, ese desarrollo del protagonista en la historia es lo que empuja a continuar con la lectura, le otorga al texto ese ritmo constante de la rutina cotidiana. Lleva a la carga la pesada mochila del fracaso escolar, una relación familiar de una monotonía traumática y enfermiza y un preconcepto de la vida laboral que dificulta mucho sus relaciones. En el marco de esas realidades aparece en su vida Tanco Linares un ser algo oscuro, cuidador y encargado de mantenimiento del ladrillar donde vive y trabaja hace treinta años que oculta un atormentador pasado como verdugo del franquismo - aquí un breve paréntesis sobre este personaje, sin duda el más logrado de la novela, visble, patético, creíble, sencillo, Linares es en sí mismo el “efecto de realidad” que Peramo introduce para hablarnos de la sociedad post-franquista, de la España de la transición, de ese intermedio confuso y desorientado con muchos problemas por resolver y mucho por callar-. Linares es ese personaje fronterizo con un secreto muy guardado y una doble deuda con la vida. Conocer a este personaje le añade valor a la vida de Daldo y a la vez, a la novela.

Un gran trabajo de investigación sobre los vérdugos en España y las últimas ejecuciones duranrte el franquismo, con una extraordinaria descripción del uso del garrote vil y una ejecución escalofriante con este artilugio; sumado a ese color local tan logrado del que hablaba al comienzo le otorgan al texto el valor de realidad buscado que invitan a indagar sobre la verosimilitud de los hechos.

Una novela recomendable que, a pesar de no conformar con el final, algo “Happy end”, encuentra complicidad en el lector y despierta esa necesidad de busqueda y conocimiento de los peronajes.